México establece en su Constitución de 1917:
- Art. 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.
- Art. 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos.
- Art. 41. El pueblo ejerce su soberanía por medio de los poderes de la Unión. Establece todo lo concerniente a los partidos políticos y la organización de elecciones.
Vamos a comprobar pues en qué medida quedan recogidos los preceptos constitucionales en la aplicación de su proceso electoral, el cual consta de las siguientes etapas:
Periodo preparatorio
El periodo preparatorio se inicia en la sesión que celebra expresamente el Consejo General dependiente del Instituto Federal Electoral, en la primera semana de octubre del año anterior a la celebración de elecciones federales ordinarias. Concluye al iniciarse la jornada electoral.
Es muy importante y realmente innovador el papel que desarrolla el Instituto Federal Electoral. Responsable de la organización de las elecciones. Este organismo autónomo está coparticipado por el Poder Legislativo, los partidos políticos de ámbito nacional y los propios ciudadanos, lo que lo convierte en un buen ejemplo tal y como indica Juan Ruiz Manero: "Y es que quizá sólo en un país cuyo sistema electoral tiene una credibilidad cercana a cero -como ocurría en el México del sexenio de Salinas de Gortari- pueden generarse, como reacción, unas instituciones electorales que constituyen, hoy por hoy, un modelo insuperado de garantismo."
Durante este periodo, el Instituto Federal Electoral recibirá y registrará la relación de partidos políticos y de candidatos que concurren a las elecciones, a través de los Consejos Locales y Distritales, que son los órganos directivos creados a propósito de las elecciones, encargados de determinar, presentar, verificar y aprobar el catálogo que ayudará a formar las mesas directivas de cada mesa electoral, llamadas casillas, además de ejercer la supervisión de la jornada electoral.
Fuente: www.cualesel.org |
La distribución de las mesas directivas de casilla (mesas electorales), acreditación de representantes de partidos políticos y de otros observadores independientes, y la aprobación y distribución de los modelos de documentación a emplear en las elecciones, incluyendo las papeletas de votación, son otras de las funciones a desempeñar por el Instituto Federal Electoral, con carácter previo al siguiente punto del proceso electoral.
La jornada electoral
La jornada electoral comienza a las 8 horas del primer domingo de julio y finaliza con el cierre de las casillas o mesas electorales, instaladas para recibir y contar los votos, a las 18 horas, si bien el cierre podrá hacerse antes si ya han votado todos los electores inscritos en ellas.
Podrán votar todos los mayores de 18 años que se encuentren incritos en el censo electoral, y su voto será directo y secreto.
Una vez realizado el recuento de votos se cumplimentarán las actas que recojan los resultados, y se llevarán a
Resultados y declaraciones de validez de las elecciones
Esta etapa engloba desde la recepción y remisión de toda la documentación obtenida de las correspondientes casillas, hasta las resoluciones de declaración de validez que emitirán los diferentes Consejos dependientes del Instituto Federal Electoral o bien el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, en el caso de que hayan existido impugnaciones hacia los resultados.
Dictamen y declaración de validez de la elección de presidente electo
Esta última etapa se inicia desde el momento que se tiene conocimiento de que no existen más impugnaciones pendientes de resolver por el órgano judicial correspondiente, y concluye cuando la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación dictamina el cómputo final, la validez de las elecciones y el nombre del presidente que ha resultado elegido.
Posteriormente será
Conclusiones
Se puede decir que el proceso electoral mexicano se ajusta a los parámetros democráticos principales que indican que debe ser universal, igual, libre, directo y secreto. Además el proceso dispone de una serie de garantías como son que tiene establecido un procedimiento de emisión del voto, una pauta para la decisión y un procedimiento de distribución, lo que permite la manifestación de su decisión electoral. Y por si fuera poco conocemos que el funcionamiento del Instituto Federal Electoral constituye un ejemplo de garantismo.
A pesar de ello, el caso mexicano es conocido por ser también ejemplo de elecciones semicompetitivas, en las que existen uno o dos partidos claramente dominantes, lo que se considera indicador de sociedades que no han desarrollado lo suficiente su economía, su autonomía política y social, apuestan por una supremacía del poder ejecutivo sobre los demás poderes del Estado, y como consecuencia sufren de excesivo clientelismo político.
A pesar de ello, el caso mexicano es conocido por ser también ejemplo de elecciones semicompetitivas, en las que existen uno o dos partidos claramente dominantes, lo que se considera indicador de sociedades que no han desarrollado lo suficiente su economía, su autonomía política y social, apuestan por una supremacía del poder ejecutivo sobre los demás poderes del Estado, y como consecuencia sufren de excesivo clientelismo político.